El reino se divide a través de las palabras, todo está en un contexto, lo que el Señor te quiere enseñar es: “Cuida tu boca” .He estado hablando de la fórmula
que Dios le dio a Josué en el Capítulo 1 para que tenga éxito, Dios le
dice: “Solamente así tendrás éxito, esfuérzate, se valiente, medita en
mi palabra de día y de noche y no se aparte este libro de tu boca”.
Esfuerzo, valentía, meditación y confesión.
También vimos que la palabra de
Dios dice que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo
12:34). Las palabras salen del corazón a través de la boca, la boca
habla de lo que llevamos dentro. Hoy vamos a aprender cómo hablar.
Mateo 12:22-25
Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de
tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Y toda la gente estaba
atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los fariseos,
al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú,
príncipe de los demonios. Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les
dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o
casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Hay dos consecuencias de dividir un reino: Es asolado y no permanece, por lo tanto tu corazón, tu familia no puede estar dividida, debes mantenerla unida porque la división provoca que la gente o familia sea asolada.
Mateo 12:26-30
Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido;
¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios
por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos
serán vuestros jueces. Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera
los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y
saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su
casa. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge,
desparrama.
Jesús empieza hablando de dos
reinos gracias a lo malo que hablaron los fariseos, los fariseos
dijeron: “No, él no es el hijo de David, éste hecha fuera los demonios
por Beelzebú, (Beelzebú es príncipe de los demonios).” Aún los
fariseos entienden de autoridad, según el concepto de ellos Jesús no
podría echar fuera un demonio si el príncipe de los demonios no se lo
autoriza, para que uno mantenga una casa unida debe entender de
autoridad, cuando la mujer socava la autoridad del marido está poniendo
un fundamento para dividir su hogar y el hogar dividido es saqueado,
asolado y no permanece, aún los fariseos asumieron que un príncipe de
los demonios tenía que darle autoridad a Jesús para echar fuera los
demonios, ellos no entendían de cómo funcionaba el reino, aunque
entendían que en los reinos tiene que haber autoridad o autoridades.
Jesús les dice si Satanás echa
fuera a Satanás, cómo puede permanecer su reino, lo está dividiendo, o
sea, él no ataca a los suyos, cuando nosotros atacamos a los nuestros
estamos operando bajo un principio más que diabólico porque ni el
diablo lo hace, uno no puede atacar a los suyos porque ni Satanás echa
fuera a Satanás, en otras palabras, Jesús les dice: “Si Satanás quiere
mantener unido su reino él se va a echar fuera así mismo ni a los
suyos, tiene que venir otro de otro reino a echarlo fuera”. Jesús les
dice: “Si yo por el espíritu de Beelzebú echo fuera los demonios,
díganme ustedes padres de familia, ¿por quién los están echando sus
hijos?” Quiere decir que la familia estaba dividida, en este caso
estaba dividida por algo bueno, los hijos seguían a Jesús y los padres
no, por eso les dice Jesús que sus hijos serán sus jueces.
Muchas veces hemos señalado y
juzgado a los jóvenes, hay una generación de jóvenes que en medio de
todas las tinieblas se está levantando teniendo prácticas santas,
honestas, puras, íntegras buscando al Señor de todo corazón, dejando a
un lado el pecado y consagrándose en la edad que tienen tanta
tentación, mientras que muchos de los padres de familia, no les están
dando ningún buen ejemplo a sus hijos, pero va a llegar un día en que
sus hijos serán sus jueces y no los padres jueces de los hijos. ¿Sabe
quién será juez un día? El que mantenga la moral, el inmoral ¿cómo
puede juzgar al moral? La autoridad en ese momento no está en los
padres, no está en los hijos, está en la moral. Padres de familia,
mantengan el estándar de la moral en su hogar, si usted baja el
estándar sus hijos lo alcanzan rápido, si lo sube, sus hijos tendrán que
esforzarse por alcanzarlo, si los adultos subimos el estándar, pronto
veremos una generación de jóvenes levantándose y rebasándonos para la
gloria del Señor Jesucristo.
Yo esperé por 11 años la
conversión de mi familia, no todos los años fueron duros, al principio
hubo un poco de guerra, pero hay que permanecer en el Señor, ser
radical en el Señor si te están persiguiendo por se cristiano, más te
vale se radical, en el testimonio de los tibios nadie cree, te quiero
dar una buena noticia, las iglesias grandes son una bendición de Dios,
nunca se sienta mal por pertenecer a una iglesia grande, ni por los
comentarios que hacen que es un club social, que el pastor ni la mano le
ha dado (tal vez no se las he dado, pero les he dado buena palabra) si
usted ha cambiado su estilo de vida por la palabra la gloria se la
lleva la palabra que lo cambió.
Estoy consciente que la mayor
parte de ustedes tiene un buen testimonio, no hay una iglesia, ni
persona que cumpla a cabalidad el 100% de lo que Dios pide desde
Génesis a Apocalipsis, por lo tanto, tampoco hay una persona que logre
alcanzar todo lo que Dios ofrece desde Génesis a Apocalipsis, porque
cada vez que Dios ofrece algo, pide algo. Dios no es una piñata, que
al que más duro le da, más dulces recoge, las iglesias normalmente, si
usted está muy bendecido, es porque normalmente usted está cumpliendo la
palabra de Dios, si usted está medio bendecido es porque usted está
medio cumpliendo la palabra de Dios, porque a medida que usted la
cumple, él cumple su promesa, la palabra dice “Acérquense a mí y yo me
acercaré a ustedes”.
Una iglesia que sufre de la
bendición de Dios continuamente tiene que ser una iglesia que
continuamente está haciendo lo que Dios pide, no al 100% pero bastante
más, entonces mira el nivel de bendición (no estoy hablando de riqueza
hablo de vida bendita por Dios) que tienes y ese es el nivel al que le
estás cumpliendo a Dios. Somos una iglesia bendita por Dios porque
seguramente estamos cumpliendo con cosas que él pide, sino, no estaría
tan bendita como estamos.
Se puede dividir el reino de
Satanás, el de Dios si se ponen en contra, de hecho se dividió una vez
por Satanás, él sabe lo que hay que hacer para dividir, se puede
dividir la familia, se puede dividir tu corazón o el reino de Dios
dentro de ti mismo.
Mateo 12:31-34
Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los
hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A
cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le
será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será
perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. O haced el árbol bueno, y
su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el
fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar
lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la
boca.
El reino se divide a través de
las palabras, todo está en un contexto, lo que el Señor te quiere
enseñar es: “Cuida tu boca”. En las próximas semanas les voy a enseñar
como Luzbel fue echado del cielo cuando se le sorprendió hablando mal,
Dios le dijo: “Hasta que se hallaron palabras violentas en tu boca”.
Hablar tiene más importancia de lo que nosotros creemos, la Biblia dice
que el hombre comerá del fruto de sus labios y se saciará del fruto de
su boca, también dice que por tus palabras serás condenado y que por
tus palabras serás justificado, y aquí el Señor habla y dice que los
reinos se pueden estar dividiendo a causa de las palabras, la
conclusión de la división de los reinos es lo que hablas, cuidad lo que
hablas.
Les voy a enseñar algo que puede
librarlos de la blasfemia contra el Espíritu Santo, normalmente una
persona llena del Espíritu Santo no va a blasfemar contra él, podría
tener algunas dudas, podría decir algunas cosas, pero no necesariamente
una blasfemia, no podría salirle del corazón. Cuando el Espíritu
Santo se empezó a mover la gente empezó a caer bajo el poder, empezó a
reír de gozo, de alegría, mucha gente empezó a decir que eran demonios,
lo decían por la creencia que tenían, no porque quisieran decirle al
Espíritu Santo que era demonio.
¿Cómo se puede saber si se ha
blasfemado contra el Espíritu Santo? Si usted lo hubiera hecho, no
estaría aquí sentado, estaría endemoniado y perdido en algún lugar, por
eso cuando uno ve cosas del Espíritu Santo uno debe ser prudente y
cerrar la boca, mucha gente ve manifestaciones y les da miedo y como
les da miedo dicen que es del diablo, el Espíritu Santo se derramó en
Pentecostés y a todos les dio miedo, muchas veces nos da miedo lo
desconocido, no lo malo.
Jesús dice que cualquier palabra
que se hable en contra de los hombres, en contra del Hijo de Dios será
perdonada, pero que cualquier palabra que hablen en contra del Espíritu
Santo, es decir, atribuirle al Espíritu Santo cosas diabólicas.
Una blasfemia contra Dios, es
cuando le atribuye lo malo, por ejemplo, decir que el cáncer que tiene
se lo mandó Dios, o sea que Dios es el Dios que da cáncer a todo el
mundo, cuando empieza a hablar así Dios se sale de su casa y de su
sala, porque usted lo ha deshonrado al punto de atribuirle un hecho
malo, Dios es el que sana el cáncer no el que lo pone, si usted cree
que Dios pone el cáncer ¿Por qué pide que se lo quite? Si Dios se lo
mandó, ¿por qué lo reprende? ¿Por qué pide que oren por usted para que
se le quite? Todas esas creencias están mal fundamentadas y están
hablando mal de Dios y no le están dando gloria a él, cuando juntos
creamos que Dios es el creador de lo bueno y que tenemos una pelea
contra el diablo porque cómo puede Dios poner el cáncer y dividirse
contra sí mismo, su reino no permanecerá, él va en una línea, cuando
ustedes dicen que están en un crisis económica muy grande que no tienen
para comer y que es Dios el que le mandó la prueba, blasfemia está
diciendo.
¿Acaso no ha leído el Padre
Nuestro? Dice, el pan nuestro dánoslo hoy y perdona nuestros pecados,
no hay pecado por el cual Dios le quite el pan a su hijo, cuando yo
corrijo a mis hijos porque han hecho lo malo, los corrijo con otras
cosas, pero jamás les quito el pan por días, no se les quita el beso,
el abrazo, el cariño, el amor, menos la comida, se les quita otras
cosas cuando disciplina. Si ustedes siendo malos dan cosas buenas a sus
hijos, cuánto más Dios.
Cualquier palabra que digas
contra el hombre, contra el Hijo de Dios te será perdonada, pero no
contra el Espíritu Santo, ¿Quién corre el riesgo de blasfemar contra el
Espíritu Santo? El que vive hablando contra los hombres todo el
tiempo, si usted es una persona que todo el tiempo está hablando mal de
alguien, juzgando, señalando, como que usted fuera Dios, todas las
personas que tienen la costumbre de hablar mal de alguien más corren el
riesgo de hablar mal de Dios y blasfemar contra el Espíritu Santo.
Los que siempre hablan bien de los demás, los que siempre están viendo lo bueno de la gente están muy lejos de blasfemar.
Mateo 12:35-37
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el
hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Más yo os digo que de
toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el
día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus
palabras serás condenado.
En el contexto, sacar buenas
cosas se refiere a las palabras, quiere decir que el tesoro que tenemos
dentro se revela en la expresión que nosotros tenemos, un buen
testimonio comienza con buenas palabras. Cuando arrestan a una persona
dicen: “todo lo que diga podrá ser usado en su contra”.
Romanos 10:8-10
Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu
corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares
con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
¿Cuántas veces usted ha dicho cuando expresa mal una idea
¿Cuántas veces usted ha dicho cuando expresa mal una idea
“no fue eso lo que quise decir”? Quiere decir que en su corazón usted creía algo pero no lo confesó bien con su boca, uno debe alinear el corazón a la boca y la boca al corazón. Usted puede creer algo en el corazón, pero al no expresarlo bien, la boca lo condena. Uno puede meterse o salir d problemas gracias a la boca, úsela para lo bueno, porque por tus palabras serás condenado y por tus palabras serás justificado o salvo.
Si tu corazón tiene algo, alinea
tu boca porque un reino dividido contra sí mismo no prevalece, por
ejemplo, estás enfermo y crees que Jesús murió por su sanidad no
confiese que se va a morir, si Dios se lo lleva es asunto de Dios no un
fruto de la confesión de su boca. Las cosas que decimos creer son las
que debemos confesar.
Si crees que Dios está contigo,
deja de hablar de la crisis, si hablas de la crisis que sea sólo para
hacer un contraste como hacía David, David hablaba del pozo de la
desesperación pero confesaba que era Dios el que sacaba su vida de ese
pozo. David hablaba de valle de sombra y muerte, pero confesaba que no
iba a temer mal alguno, claro que se puede hablar de la crisis, pero
siempre confesando que a pesar de la crisis nunca se va a mendigar
pan. Es tiempo de arrepentirnos de hablar lo que no se debe, es
tiempo de aprender a hablar.
FUENTE: PASTOR CASH LUNA
No hay comentarios:
Publicar un comentario