¿Alguna vez ha existido en tu vida aquel sentimiento de inseguridad
y temor de lo que pueda pasar?, hablo de esos momentos en donde en
nuestro corazón existe un sentir raro, ese sentimiento que no te deja
sentir paz, ni sonreír, que por más que te quieras acomodar para
sentarte, no encuentras cómodo nada, aun ni la cama.
Sentir miedo es algo que a veces no
podemos evitar, por alguna razón el sentirnos desprotegidos a pesar de
saber que Dios nos cuida, nos provoca miedo. Miedo sobre ¿Qué pasara con
mi familia?, miedo sobre: ¿Podre terminar mi carrera
académica?, ¿Podre conseguir un empleo?, ¿Podre triunfar en la vida?,
¿Encontrare al amor de mi vida?, hay tantas razones por las que el miedo
puede apoderarse de nosotros.
Y es que aun a los que se creen muy espirituales, en algún momento de sus vidas estoy seguro que han sentido miedo.
Yo he sentido miedo y no mentiré que a
veces tengo miedo de lo que pasara, mas cuando veo que el panorama se
pone feo en mi vida. ¡Sí!, ¿Acaso no puedo sentir miedo?, y es que a
pesar que sé que Dios tiene el control total de mi vida y familia, a veces no puedo evitar sentir miedo.
¿Es malo sentir miedo?, a veces sentir miedo puede ser bueno, porque nos recuerda nuestra TOTAL dependencia de Dios, pero a veces también el miedo nos puede llevar a hundirnos.
Al escribir sobre el miedo, me viene a mi mente la historia de Jesús y Pedro (Mateo 14:25-33):
Los discípulos iban en la barca,
mientras de repente se aparece Jesús ¡Caminando sobre las aguas!, la
primera reacción de los discípulos fue: tener miedo. Ellos pensaban que podría ser un fantasma, pero Jesús siempre trata de tranquilizar a los suyos, él les dijo: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”.
Pedro quería constatar que Jesús mismo era y le pidió que si era él, entonces que mandara a que él (Pedro) fuera hacia él caminando sobre las aguas, Jesús respondió: “Ven”.
Aquí es la parte sobrenatural de la historia: Pedro siendo un hombre común y con un carácter un poco singular, dio algunos pasos sobre las aguas. ¿Qué imaginas que pudo sentir Pedro en ese momento?, Imagínate ver tus pies sobre las aguas, caminando como que fuera un lugar solido o una calle normal, sin lugar a dudas era algo sobrenatural, una experiencia impresionante.
Pero la Biblia dice: “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!” Mateo 14:30 RV1960.
A veces el fuerte viento sobre nuestra
vida, sobre nuestros planes, sobre nuestros anhelos o sueños querrán
transmitirnos miedo, miedo del: “No voy a poder”, miedo del: “Me hundiré”, miedo del: “Fracasare”.
El tener miedo muchas veces nos puede llevar a hundirnos.
Quizá últimamente tienes un miedo muy
grande al mañana, un miedo de no triunfar en la vida, un miedo de no
conquistar tus sueños, un miedo de que tus anhelos jamás se cumplan, un
miedo de no saber cómo le harás el día de mañana para pagar tus deudas,
un miedo de no saber que pasara con tu familia, un miedo de perder a la
persona que crees amar como a nadie, un miedo no ser la persona que
todos quieren que seas.
No sé cuál es el miedo que en esta hora
te invade, pero algo debes de saber: ¡Dios está allí mismo viéndote y Él
siempre extenderá su mano en el momento más oportuno!
El miedo que en este momento sientes te
hará clamar por su ayuda, ese miedo sin que des cuenta te está acercando
mas a Dios, el saber que tu vida solo depende de Él y que lo que pueda
pasar en tu vida solo Dios lo puede controlar te lleva a buscarlo, a
tratar de hacer su voluntad.
Y es que a veces necesitamos tener miedo
porque quizá solo de esa forma nuestra vida, nuestro corazón, todo
nuestro ser, se sensibiliza con Dios. Cuando tienes miedo, ¿No te
acercas mas a Dios?, cuando vez que las cosas van de mal en peor, ¿No lo
buscas más?, estoy seguro que en los momentos en los que no sabes que
pasara ni cómo hacer para salir de allí, es cuando mejores encuentros
personales has tenido con Dios, es cuando tu corazón se ha dispuesto mas
a buscarlo, es cuando de tu boca salen palabras tan lindas y tan
sinceras, que Dios se agrada de escucharte.
El miedo nos recuerda que nuestra vida
depende a su totalidad de Dios, que no tenemos otro camino que rendirnos
a Él, el miedo nos lleva a comprender que solo en sus manos estamos
seguros y a pesar de que muchas veces lo sabemos, hoy es un buen día
para recordártelo: ¡Dios está contigo!.
No te sigas hundiendo por el miedo, todo
lo que a tu vida le está pasando y pasara, está controlado totalmente
por Dios. Él sabe tu capacidad de resistencia, y a pesar que tú crees
que ya no puedes mas, la verdad es que SI PUEDES.
Puedes porque Dios está contigo, puedes porque eres fuerte en Él y a
pesar que tienes miedo y te sientes débil, la fortaleza del Señor te ha
acompañado y te seguirá acompañando, porque DIOS NO TE SOLTARA.
No tengas miedo, el salmista David dijo:“Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan”.
Salmos 37:25 (Nueva Traducción Viviente)
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