
¿Se imagina usted lo que es estar libre de deudas, y haber pagado la hipoteca de su casa a los 25 años de edad?
“¡Si usted vive como nadie más ahora,
entonces vivirá como nadie más mañana!” Esta es una frase que Jack y
Christie Trace aprendieron del experto financiero, Dave Ramsey, en su
curso “Paz Financiera”, y es lo que se mantenían recordándose a sí
mismos mientras se proponían alcanzar una meta que pocos matrimonios
intentan.
“Ahorrar dinero para pagar al contado
una casa no fue fácil”, dice Christie, quien siendo una adolescente
gastaba en ropa todo el dinero que recibía de sus padres. “Esta es una
de las cosas más difíciles que hemos hecho. Sin embargo, el saber el
impacto que tendría sobre el resto de nuestras vidas, hizo que valiera
la pena el gran esfuerzo”.
Jack y Christie se casaron seis meses
después de conocerse. Fueron los primeros de sus amigos en casarse, pero
los últimos en comprar una casa. Mientras que sus amigos compraban
autos, muebles y casas, y salían a comer fuera, los Trace alquilaron un
apartamento barato y cenaban con sándwiches de mermelada y mantequilla
de maní. “¡Mientras viva, no quiero volver a comer otra vez un sándwich
de mermelada y mantequilla de maní!”, dice Jack riéndose.
Aunque tuvieron muchas peleas en cuanto
al dinero mientras aprendían a ponerse de acuerdo, los dos fueron fieles
al estilo de vida libre de deudas. De hecho, Jack tuvo dos trabajos
mientras estudiaba, y compró en efectivo el anillo de compromiso de
Christie.
SALIR DE LA ESCLAVITUD
“Durante este proceso, nos enteramos de que Proverbios 22.7 (NVI) dice: ‘Los deudores son esclavos de sus acreedores’, y no hay excepción si uno está pagando una casa”, dice Christie. “La esclavitud no nos sonaba nada atractiva”.
Así que ahorraron y ahorraron —hasta el último centavo.
“Eso no quiere decir que no tuvimos
reveses”, añade Jack. A veces tuvieron que pagar multas por algún
descuido, e hicieron varias reparaciones a los autos que resultaron
caras. Ocasionalmente sentían el “gusanillo” de endeudarse comprando a
crédito una casa, e iban a ver algunas, pero nunca se sentían en paz con
la idea de abandonar su objetivo.
“Nunca ganamos muchísimo dinero”, dice
Jack. “Sobre todo al principio. Nuestros ingresos eran más bajos que los
de la mayoría de nuestros amigos”. Sin embargo, gracias a una sólida
planificación desde el principio, ambos egresaron de la universidad con
algunos miles de dólares ahorrados, y sin tener que pagar ningún
préstamo, lo cual les dio una ventaja inicial.
Vivir con un presupuesto bajo durante
cuatro años y medio les permitió acumular $150.000 en ahorros. Pudieron
ahorrar unos $30.000 por año viviendo frugalmente con un solo ingreso y
ahorrando el otro. Una pareja que tuviera $60.000 de deuda, podría hacer
lo mismo si ahorra durante dos años la misma cantidad.
HOGAR, DULCE HOGAR
Después de varios meses de búsqueda, los Trace comenzaron a hacer ofertas bajas sobre viviendas. Finalmente pudieron hacer un acuerdo que se ajustaba a su presupuesto, sin tener que tocar sus ahorros para emergencias.
“Recuerdo que cuando me dirigía al trabajo le pedía a Dios que nos presentara una casa para la que no tuviéramos que pedir un préstamo, y Él lo hizo en su momento perfecto”, dice Christie. Mientras se dirigían al cierre de la compra con el cheque de $139.000 en mano, todo parecía un sueño. Pero por más emocionante que fuera el cierre, ellos dicen que eso no se compara con el hecho de entrar cada día en su casa, y saber que es realmente de ellos, no del banco.
SI ELLOS PUDIERON HACERLO…
¿Pensaron algunos que ellos estaban locos por vivir con un presupuesto
más ajustado de lo necesario? Claro que sí. ¿Les importaba eso? En
realidad, no. Ellos sabían que para muchos ser “normal” significa estar
“endeudado”.
Lo siguiente fue lo que esta pareja evitó: Digamos que hubieran dado una inicial del diez por ciento, y pedido prestado el resto del valor de la casa, con una hipoteca de 25 años a una tasa fija del cinco por ciento. Durante la vida del préstamo, habrían pagado $94.296 solo en intereses —¡por lo que el costo final de la casa habría sido de más de $233.000! Además de evitar pagar $94.000 extras, no tuvieron tampoco que estar haciendo todos esos años un pago mensual de $730 por la casa.
Hace cinco años, un sabio asesor
financiero los retó a considerar Romanos 12.2 a la hora de tomar
decisiones monetarias. “No os conforméis a este mundo”. Los Trace
decidieron tomar este desafío en serio, y ustedes también pueden hacerlo
—no hay nada de “especial” en la situación de ellos. Son personas
normales con ingresos regulares que se fijaron una meta que cambió sus
vidas. Imaginen lo que serían las suyas si hicieran lo mismo.
“El ser fieles a nuestro plan nos puso
en condiciones de disfrutar de tranquilidad financiera por el resto de
nuestras vidas. Fue difícil, pero sabíamos que eso sería temporal”, dice
Jack. Ahora que estamos viviendo en una casa libre de deudas, nuestro
mayor ‘gasto’ mensual es nuestro diezmo al Señor, y eso es algo
increíblemente maravilloso”.
Por Blair Moore
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