II Corintios 10:4 - Hablé hace poco
de las voces que atacan la fe, y cómo las voces de Goliat, los hermanos
de David y el mismo rey Saúl competían con la voz que motivaba a David
a pelear con Goliat.
Vivir por fe es lo más
aventurero que usted se puede imaginar y sólo hay una forma de ser
líder, y es vivir con fe. A mí me llama la atención la Palabra cuando
dice “imitad la fe de vuestros pastores”. Yo procuro hacerlo todo por
fe. No he esperado tener las cosas, todo lo he hecho por fe.
La gente que nos critica, no está viendo la obra, no está viendo la fe. Si usted viene acá, se inspira y dice: “Señor, esta es tu casa, yo quiero una igual”. Queremos una gran Guatemala, pero no nos animamos a hacer las obras que se necesitan, la estructura que se necesita. Nosotros no sólo somos cristianos, somos cristianos guatemaltecos.
Di conmigo: “Yo voy a llevar todos mis pensamientos cautivos, esclavos, sometidos a la obediencia en Cristo Jesús”. Pon atención en la Palabra cuando dice que se levantan en contra del conocimiento. Y yo fui al original y dice que se levantan por sí mismos estos argumentos y altivez en contra del hecho que puedas conocer a Dios. Yo me fui de espaldas cuando Dios me mostró que los pensamientos están vivos, tienen vida en sí mismos.
Cada vez que pones un pensamiento en tu mente, lo engendras. No es cierto que a veces tú te dices a ti mismo “¡Ay! ¿Cómo se me ocurre esto? Reprendo este pensamiento. ¿Cómo así? Llegó así de repente, está vivo. Tus células en tu cuerpo están vivas, se reproducen, los médicos las pueden ver. Tus pensamientos no los pueden ver los médicos, pero allí están y están vivos. El problema es cómo te enseñaron a pensar.
Si siempre tienes temor, es porque fuiste educado así. Cuando un niño tiene miedo, es cuando le enseñamos que a eso hay que tenerle miedo y él aprenderá a tenerle miedo. Obviamente, hay formas para enseñarle. Usted le va a enseñar, no se trata que su niño escale un edificio y haga malabares en la cima de éste. Se trata que cuando surges tú con una nueva manera de pensar, el rechazado eres tú, el criticado eres tú, pero el que lo va a lograr eres tú. ¿Crees que cuando Pedro caminó en el agua, su estructura de pensamiento no había cambiado ya? Cuando estaban pescando y Pedro lanza la red, dice: “En tu Palabra echaré la red”, pero cuando camina sobre el agua, dice: “Si eres tú, di que yo vaya,” y Jesús dijo: “ven,” y Pedro fue. ¿Por qué aquel día que no pescó nada, no le dijo: “Señor, si eres tú, manda que tire la red y que pesque mucho”? Porque la mente va cambiando la forma de pensar, y nosotros no vamos a conseguir todo lo que Dios quiere para nosotros, a no ser que tengamos la mente totalmente renovada.
Si usted tiene veinte años de ser cristiano, y todavía tiene un montón de problemas para conocer a Dios, dígame ¿qué ha hecho veinte años en Cristo culto tras culto? Es porque no ha renovado su mente, porque lo que limita su fe, le aseguro que es un pensamiento que no deja que su empresa se levante, que no deja que su familia sea renovada y avivada, que se ha levantado en contra de que experimentes a Dios en todo su esplendor y gloria.
De adentro del corazón salen los malos pensamientos. Es nuestra manera de pensar que está allí metida la que tiene que ser sustituida por la Palabra de Dios. Nos entenderemos con Dios en el lenguaje que El habla, que es la fe, la certeza, seguridad, de que lo que Dios dice eso va a pasar.
Efesios 4:23. “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Todos digan: “espíritu de la mente”. Aquí la palabra “espíritu” en griego es “neuma” que quiere decir “aliento que sale de la boca, poder racional mediante el cual el hombre siente, piensa y decide”. Levanta las manos y di: “Yo pienso, siento y decido”. Ahora di: “Como pienso, así siento y como siento, así decido”. Debo renovar cómo pienso y seré renovado en cómo siento. Y cuando renueve lo que siento, seré renovado en cómo decido. Así lo que pienso renueva lo que siento, y obtendré algo diferente, porque decidiré diferente. ¿Cuántas veces has pensado y tu forma de pensar te lleva a tu forma de sentir? Sientes que no es tan malo tomarse unos whisky, porque piensas diferente, y decides diferente.
En todo somos así, viene Dios y te dice: “Te bendeciré en la ciudad y no en el campo, estarás por encima y no por debajo, darás prestado y no pedirás prestado,” y lo primero que haces es ir a pedir un préstamo. Sólo repiten la Escritura, pero no la creen. La Biblia dice: “No salgas fiador por nadie”. “Es que yo sentí…” ¿Qué sintió? “Es que yo pensé, entonces decidí…” y ¿qué decidió? Tener ese gran problema. ¿Qué vamos a pensar? La Palabra.
Si no lo hacemos, no obtendremos los resultados que dice allí. Hay que mantenerse firmes en la forma de pensar. Di conmigo: “Aliento, aliento”.El Señor nos dio dos alientos, Génesis 2:7. Dios hizo un muñequito de la tierra y cuando ya lo tenía, sopló y cobró vida. Tenemos el aliento de Dios, sino estaríamos muertos. De hecho, cuando la gente muere, dicen que expira. O cuando nos asustamos, decimos “Hasta el aliento se nos fue”. Esa es la vida, pero en Juan 20 habla del otro aliento que nos da Dios.
Como el hombre peca y muere, el Señor le devuelve otra vida, y les dio otro aliento. Di conmigo: “Soplo es vida”. Dios ha soplado dos veces en ti, por medio de la cual te dio la vida que todo ser humano tiene, y la vida que sólo los cristianos tienen. Por eso dice la Biblia que nacemos de nuevo. Di conmigo: “Yo tengo una nueva vida en Cristo Jesús, amén. ¿Por qué les explico todo esto? Porque podemos predicar la Palabra de Dios, creer por un momento y no mantenernos creyendo por siempre. Job 32: 8. Hay un tercer soplo que me da entendimiento y renueva el espíritu de mi mente, y éste es la Palabra. Cuando Jesús habla Palabra, es un soplo al entendimiento que renueva el espíritu de la mente, entonces podemos vivir la vida plena que Cristo Jesús nos vino a dar.
Mucha gente tiene razón y no tiene razón en criticar a los que van a la iglesia y que no cambian. Eso no es que por ir a la iglesia, quiere decir que vas a cambiar. Si fuera así, hagamos que toda la gente pase por el umbral de la puerta. Yo estuve en Almolonga y allí la gente indígena dice testificando: “Yo declaré… yo confesé…” Ponga atención a las palabras que utilizan. Usted va a Almolonga y es un pueblito, no es una gran metrópoli, porque su estructura en un principio fue diseñada así. El 80% de la gente ha nacido de nuevo y le creen a Dios por sus cultivos. Ahora le están creyendo por una empacadora, porque sus mentes fueron renovadas.
Ponte de pie. ¿Cuánto más vas a tardar en renovar el espíritu de tu mente? Yo fui a inaugurar un templo en Almolonga, tomaron el plan de Jesús y ya no caben en ese templo. Ellos no están pensando como piensan otros: que no pueden. Ellos tienen mármol en el piso del templo y visten de gala todos los domingos. Levanta las manos al Señor y di: “Hoy determino alimentar mi mente con la gloriosa, poderosa y viva Palabra de Dios que me hará morir a lo terrenal.
La gente que nos critica, no está viendo la obra, no está viendo la fe. Si usted viene acá, se inspira y dice: “Señor, esta es tu casa, yo quiero una igual”. Queremos una gran Guatemala, pero no nos animamos a hacer las obras que se necesitan, la estructura que se necesita. Nosotros no sólo somos cristianos, somos cristianos guatemaltecos.
Di conmigo: “Yo voy a llevar todos mis pensamientos cautivos, esclavos, sometidos a la obediencia en Cristo Jesús”. Pon atención en la Palabra cuando dice que se levantan en contra del conocimiento. Y yo fui al original y dice que se levantan por sí mismos estos argumentos y altivez en contra del hecho que puedas conocer a Dios. Yo me fui de espaldas cuando Dios me mostró que los pensamientos están vivos, tienen vida en sí mismos.
Cada vez que pones un pensamiento en tu mente, lo engendras. No es cierto que a veces tú te dices a ti mismo “¡Ay! ¿Cómo se me ocurre esto? Reprendo este pensamiento. ¿Cómo así? Llegó así de repente, está vivo. Tus células en tu cuerpo están vivas, se reproducen, los médicos las pueden ver. Tus pensamientos no los pueden ver los médicos, pero allí están y están vivos. El problema es cómo te enseñaron a pensar.
Si siempre tienes temor, es porque fuiste educado así. Cuando un niño tiene miedo, es cuando le enseñamos que a eso hay que tenerle miedo y él aprenderá a tenerle miedo. Obviamente, hay formas para enseñarle. Usted le va a enseñar, no se trata que su niño escale un edificio y haga malabares en la cima de éste. Se trata que cuando surges tú con una nueva manera de pensar, el rechazado eres tú, el criticado eres tú, pero el que lo va a lograr eres tú. ¿Crees que cuando Pedro caminó en el agua, su estructura de pensamiento no había cambiado ya? Cuando estaban pescando y Pedro lanza la red, dice: “En tu Palabra echaré la red”, pero cuando camina sobre el agua, dice: “Si eres tú, di que yo vaya,” y Jesús dijo: “ven,” y Pedro fue. ¿Por qué aquel día que no pescó nada, no le dijo: “Señor, si eres tú, manda que tire la red y que pesque mucho”? Porque la mente va cambiando la forma de pensar, y nosotros no vamos a conseguir todo lo que Dios quiere para nosotros, a no ser que tengamos la mente totalmente renovada.
Si usted tiene veinte años de ser cristiano, y todavía tiene un montón de problemas para conocer a Dios, dígame ¿qué ha hecho veinte años en Cristo culto tras culto? Es porque no ha renovado su mente, porque lo que limita su fe, le aseguro que es un pensamiento que no deja que su empresa se levante, que no deja que su familia sea renovada y avivada, que se ha levantado en contra de que experimentes a Dios en todo su esplendor y gloria.
De adentro del corazón salen los malos pensamientos. Es nuestra manera de pensar que está allí metida la que tiene que ser sustituida por la Palabra de Dios. Nos entenderemos con Dios en el lenguaje que El habla, que es la fe, la certeza, seguridad, de que lo que Dios dice eso va a pasar.
Efesios 4:23. “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Todos digan: “espíritu de la mente”. Aquí la palabra “espíritu” en griego es “neuma” que quiere decir “aliento que sale de la boca, poder racional mediante el cual el hombre siente, piensa y decide”. Levanta las manos y di: “Yo pienso, siento y decido”. Ahora di: “Como pienso, así siento y como siento, así decido”. Debo renovar cómo pienso y seré renovado en cómo siento. Y cuando renueve lo que siento, seré renovado en cómo decido. Así lo que pienso renueva lo que siento, y obtendré algo diferente, porque decidiré diferente. ¿Cuántas veces has pensado y tu forma de pensar te lleva a tu forma de sentir? Sientes que no es tan malo tomarse unos whisky, porque piensas diferente, y decides diferente.
En todo somos así, viene Dios y te dice: “Te bendeciré en la ciudad y no en el campo, estarás por encima y no por debajo, darás prestado y no pedirás prestado,” y lo primero que haces es ir a pedir un préstamo. Sólo repiten la Escritura, pero no la creen. La Biblia dice: “No salgas fiador por nadie”. “Es que yo sentí…” ¿Qué sintió? “Es que yo pensé, entonces decidí…” y ¿qué decidió? Tener ese gran problema. ¿Qué vamos a pensar? La Palabra.
Si no lo hacemos, no obtendremos los resultados que dice allí. Hay que mantenerse firmes en la forma de pensar. Di conmigo: “Aliento, aliento”.El Señor nos dio dos alientos, Génesis 2:7. Dios hizo un muñequito de la tierra y cuando ya lo tenía, sopló y cobró vida. Tenemos el aliento de Dios, sino estaríamos muertos. De hecho, cuando la gente muere, dicen que expira. O cuando nos asustamos, decimos “Hasta el aliento se nos fue”. Esa es la vida, pero en Juan 20 habla del otro aliento que nos da Dios.
Como el hombre peca y muere, el Señor le devuelve otra vida, y les dio otro aliento. Di conmigo: “Soplo es vida”. Dios ha soplado dos veces en ti, por medio de la cual te dio la vida que todo ser humano tiene, y la vida que sólo los cristianos tienen. Por eso dice la Biblia que nacemos de nuevo. Di conmigo: “Yo tengo una nueva vida en Cristo Jesús, amén. ¿Por qué les explico todo esto? Porque podemos predicar la Palabra de Dios, creer por un momento y no mantenernos creyendo por siempre. Job 32: 8. Hay un tercer soplo que me da entendimiento y renueva el espíritu de mi mente, y éste es la Palabra. Cuando Jesús habla Palabra, es un soplo al entendimiento que renueva el espíritu de la mente, entonces podemos vivir la vida plena que Cristo Jesús nos vino a dar.
Mucha gente tiene razón y no tiene razón en criticar a los que van a la iglesia y que no cambian. Eso no es que por ir a la iglesia, quiere decir que vas a cambiar. Si fuera así, hagamos que toda la gente pase por el umbral de la puerta. Yo estuve en Almolonga y allí la gente indígena dice testificando: “Yo declaré… yo confesé…” Ponga atención a las palabras que utilizan. Usted va a Almolonga y es un pueblito, no es una gran metrópoli, porque su estructura en un principio fue diseñada así. El 80% de la gente ha nacido de nuevo y le creen a Dios por sus cultivos. Ahora le están creyendo por una empacadora, porque sus mentes fueron renovadas.
Ponte de pie. ¿Cuánto más vas a tardar en renovar el espíritu de tu mente? Yo fui a inaugurar un templo en Almolonga, tomaron el plan de Jesús y ya no caben en ese templo. Ellos no están pensando como piensan otros: que no pueden. Ellos tienen mármol en el piso del templo y visten de gala todos los domingos. Levanta las manos al Señor y di: “Hoy determino alimentar mi mente con la gloriosa, poderosa y viva Palabra de Dios que me hará morir a lo terrenal.
FUENTE: PASTOR CASH LUNA
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