El Espíritu nos puede dar dirección y nos puede guiar a cosas específicas, pero debes de vivir bajo los mandamientos de Dios.
Hechos 8
Vamos a tratar de adquirir
conocimiento de todo el mover del Espíritu, pero ni sueñes que lo
puedes llegar a estudiar. Mientras algunos lo estudian, yo lo ministro;
otros estudian teología, pero yo lo escucho a El. El es una persona, no
es algo, es alguien. El hace algo, pero no es algo. El descendió en
forma como de paloma, pero no es paloma; quema como fuego, pero no es
fuego; embriaga como vino, pero no es vino; te puede hacer hablar en
lenguas, pero no es lengua.
Es una persona real, tangible.
Les decía a todos los músicos que por qué cantan ese coro, “aunque mis
manos no te puedan tocar,” si sí lo podemos tocar. ¿Cuándo nos vamos a
poner de acuerdo en qué queremos? Cantemos lo que queremos. Cantamos
que con manos vacías nos presentamos ante Dios, y la Biblia la Palabra
acá que el Espíritu llenó a Jesús. Dice que no nos presentemos con las
manos vacías. Es un problema cantar cuando no se saben las Escrituras.
Dice Llenos, guiados en el poder. Si se dan cuenta, la transición entre
que Dios te llena y caminas en su poder, es ser guiado por el Espíritu
Santo.
Hechos 8:29
Y el Espíritu dijo a Felipe acércate y júntate a ese carro. El Espíritu nos puede guiar a cosas específicas como esta. Acércate a ese carro, dirígete a una colonia, ve a la casa de alguien. Ese es al nivel que todos queremos que el Espíritu nos guié. El Espíritu nos puede dar dirección, guiar, pero no dar guianza. El te puede dar instrucciones. Aquí había un momento específico en que el Espíritu Santo le habló a Felipe palabras que no estaban en ningún lugar del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento. Sin embargo, el Espíritu Santo fue el que llamó a Felipe y le dijo “acércate a ese carro”.
Hay gente que quiere ser guiada
por el Espíritu violando los mandamientos del Espíritu. Felipe sabía
que el mandamiento era predicarle a todo el mundo, y el que creyera y
fuera bautizado, sería salvo. El mensaje que Felipe llevaba a esas
personas, de gran jerarquía, y lo que le presentó fue el mensaje de
salvación. Pero muchos quieren ser guiados por el Espíritu a no
presentar el mensaje de salvación. El Espíritu nos guía para presentar
el evangelio.
Si queremos conservar al
Espíritu como nuestro guía, y conservar el avivamiento, tenemos que
seguir haciendo aquello para lo cual Dios estableció a su iglesia. El
modelo es importante. Después de hablarle, sucede algo sobrenatural.
39 cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebato a Felipe… el evangelio a todas las ciudades…
Soy guiado por el Espíritu para
anunciar el evangelio. Mucha gente le llama avivamiento del Espíritu a
encerrarse en un closet todo el día, salga a hablar de Jesús. Di:
“Recibir unción es recibir trabajo”. Hay gente que tiene más unción que
yo, pero trabaja menos. No te van a medir por cuanta unción tienes,
sino por los resultados que obtuviste con la unción que te dieron.
Conforme a la uses, va a crecer su manifestación. Muchos de ustedes no
han crecido porque han dejado de compartirla con las demás personas.
Hechos 10:19-20
Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado.
13 Y le vino una voz Levántate Pedro, mata y come.
El Señor había bajado un lienzo
con animales inmundos y Pedro le dijo: “Jamás he comido cosa inmunda”.
Aquí hay pasajes donde podemos notar que el Espíritu Santo nos puede
guiar a cosas muy específicas. Puede ser que hoy que vayas a tu casa, el
Espíritu Santo te diga “desvíate y lleva esta Palabra”. Eso es
fantástico, pero el problema es que la gente sólo quiere oír eso del
Espíritu Santo, y no que su vida sea dirigida por El. He oído la voz
del Espíritu Santo muchas veces en cosas específicas. Recuerdo para una
Navidad, el día 25 desperté y el Espíritu Santo me dijo: “Quiero que
tomes tu auto y salgas, yo te voy a guiar”. Tomé mi carro y vi un
restaurante abierto y pensé en tomarme un café.
Pero el Espíritu Santo me dijo
que siguiera, que Él me guiaría. Me dijo que fuera a la colonia donde
crecí y que parara el carro ahí. Y lo hice. Cuando en eso, salió de la
puerta una amiga de la infancia, y me preguntó: “¿A qué vienes?”. “A
visitarte,” le dije. Ella respondió: “Vienes en un momento preciso,
acaban de matar a mi hijo”. ¡Claro que se puede!
Estaba en unas Noches de Gloria
orando en mi habitación y afuera estaba quien iba a ministrar la música
allá afuera. Pero me muestra el Señor cómo va a suceder el culto.
Estando ahí, me muestra tres
personas que van a ser tocadas por el Espíritu. Como me muestra los
nombres, las personas y cómo van a llegar vestidos en las cruzadas.
Cuando salgo, sólo miraba los pies del que iba a ser sanado. Cuando
íbamos en el carro le dije: “Vas a ver que en el servicio, a los tantos
minutos va haber una persona mujer que va a ser tocada por el
Espíritu, luego un hombre…” Tres señales le di. Me paro yo a ministrar,
así como estoy hablando aquí. Y de repente, una mujer tal como le
dije, “va una”. Después, toca al otro, y le dije “van dos”. Y luego, el
tercero. “Te lo dije, y el cuarto sos vos”.
El Espíritu nos puede guiar en
tantos detalles tan precisos, pero encuentra un problema que gente se
espiritualiza mas de la cuenta. El evangelio ya de por sí es místico,
pero sólo así quiere vivir. No le da un beso a la mujer si el Señor no
le dice, no va a trabajar si el Señor no los guía. Y el Espíritu no los
está guiando a ningún lado.
Aconteció un día, que él estaba
enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los
cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y
Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.
Sin leer esta Palabra, ni sueñe
ser dirigido por el Espíritu. El poder estaba para sanar. Estaba Jesús
haciendo lo correcto. Tú puedes estar enseñando y tener sobre ti el
poder para sanar, pero no estás sanando. Debes aprender a escuchar la
voz del Espíritu. Tú pudieras ministrar el poder de Dios fuera del
tiempo en que Él quiera que lo ministres. Hay que aprender a escuchar.
24 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo
al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu
casa.
¿Qué es lo que hace que el poder
de Dios sea ministrado? ¿Una enseñanza, una prédica o un mandato? ¿El
poder que estaba sobre Él se manifestó cuando predicó o cuando mandó?
Los milagros, las sanidades, son una orden. Usted no va a caminar
guiado por el Espíritu Santo; para estar bajo el poder del Espíritu
Santo a no ser que aprenda de autoridad. Aquí puedo pasar enseñando no
sabe cuanto. Mucha gente quiere ser guiada por el Espíritu, pero muchos
de ellos no respetan autoridad, ni ministran bajo autoridad.
¿Recuerdan cuando Jesús ayudo a
un hombre con más fe, y encontró a un romano? El reconocía autoridad,
le dijo: “Tú di la Palabra y mi siervo sanará”. Entonces, hay dos
palabras que tienes que aprender a administrar: la Palabra, que es la
prédica y la enseñanza que difunde o manifiesta el poder de Dios. El
poder estaba ahí para sanar, pero no estaba sanando hasta que Jesús dio
la Palabra.
La enseñanza y la prédica la vas a
aprender leyendo lo que Jesús dijo, pero la Palabra de autoridad,
debes formar el carácter en el cual está el poder de Dios. Ahí estaba
siendo guiado, sabía que el poder estaba y llegado el momento, lo usó.
El pudo hacerlo diferente, sanarlo y luego enseñar. No tiene idea cómo
batallé yo con eso. Porque mucha gente espiritualiza todo.
Fue a través de eso, que el Señor
me enseñó el orden para ministrar. En tu célula tiene que haber un
orden. Si mientras hablas el Espíritu se derrama, mejor si te callas
tú, porque ahí manda el Espíritu. Pero mientras no lo haga, tienes que
saber cómo llevar el orden de la ministración.
Cuando el hijo de uno de ustedes estaba enfermo, yo oí la voz del Espíritu que me dijo “dale a mamar tu dedo pequeño”. Y lo hice, y el poder de Dios derramándose, yo va de predicar. Morir a uno mismo no es encerrarse en un cuarto a llorar. Cuando el Espíritu te guía, muchas veces te va a guiar y no va a pasar lo que pensabas que iba a pasar, hasta asegurarse que tiene tu obediencia pasen o no las cosas, y cuando estés verdaderamente muerto, las cosas van a empezar a pasar.
Saben que les enseño a ministrar,
a llevar bien su vida, pero el reino de los cielos es sobrenatural.
Cuando el Señor me dijo que comprara el terreno, sin dinero. Sólo
apareció una silueta y se desapareció. Me dejó hablando solo, y
compramos y empezamos a construir sin dinero. ¿Quién dijo que es dinero
lo que necesitamos? Es fe, para que sea por el poder de Dios, por la
confianza en sus promesas.
Romanos 8:6
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Romanos 8:6
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Guiado por el Espíritu. Yo voy a
caminar conforme al Espíritu. ¿Qué es caminar conforme al Espíritu? He
leído en no se cuantas versiones este versículo y la que más me
impresiona es la King James.Walk after the spirit, estos son los
guiados por el espíritu de Dios. Voy a caminar después del espíritu.
Siempre vas a vivir entre la carne y el espíritu, siempre estás entre
dos. Y dice que los guiados del Espíritu Santo son los que caminan
después del espíritu, no de la carne.
La carne te dice: “No pidas
perdón”, y la carne misma se siente, y empiezas a sentir una
humillación fea antes de ir a pedir perdón. Y la voz del Espíritu te
dice: “Ve y hazlo,” ahora estás entre lo que oyes. Si no empiezas con
eso, mucho menos vas a pasar al grado superior de ser guiado por el
Espíritu Santo. O empiezas a caminar detrás del Espíritu en todo lo que
hagas o Él no te va a poder guiar. Los que siguen la carne no son hijos
de Dios.
Dice la Biblia que las obras de
la carne son manifiestas, que son adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, celos, iras, contiendas, disensiones, y les digo que los que
practican tales cosas, no entran al reino de los cielos, mucho menos
ser guiados por el Espíritu Santo. Esto empieza en la vida diaria,
donde debes decidir seguir las obras de la carne o las del Espíritu.
Dices: “A este le voy a decir tres bien puestas”. ¿Eso te lo dijo el
Espíritu? Pero después, quieren hacer milagros. Por eso es que vemos
mucha gente carnal hablando en lenguas, y los cultos es hablar en
lenguas y de ahí no pasaron.
Camine detrás del Espíritu Santo.
Dios me dijo que me vaya a España a abrir una obra misionera, y le
preguntan por su mujer y dice “que se aguante”. Ese es el relajo
espiritual que tenemos y por lo cual no vemos un avivamiento en muchos
lugares. Hoy te aseguro que viste al Espíritu y oíste a la carne. ¿A
quién seguiste? Esta siendo guiado por el Espíritu. Seguir al Espíritu
te va a meter en problemas, pero seguir a la carne, jamás vas a salir
de ellos. Por seguir a cualquiera de los dos, vas a tener problemas. Yo
prefiero seguir al Espíritu. Siempre te vas a aguantar de una o de la
otra.
Esta es la clave para la
santidad, no es una condición que vives, sino decisiones que tomas, es
de todos los días, a todas horas. No es que digas “soy santo”. La
santidad es “tengo opción A o la B”. Le dicen “Dé $10,000 y tiene el
negocio”, y el Espíritu le dice “si lo dejas de hacer, te prometo
mejores negocios”. Y usted decide no hacerlo. Todos pasamos por eso,
todos. Pero no todos decidimos lo mismo. Toma la decisión correcta por
el Espíritu, practícalo y después de meses y años de hacerlo, vas a
notar la diferencia entre tu vida y aquellos que estuvieron en la misma
posición tuya que decidieron por la carne. Y se va a cumplir que el
ocuparse de la carne es muerte, y del espíritu es vida y paz.
Dice aquí que por el Espíritu
hagamos morir las obras de la carne. Hay una versión que no dice “hagas
morir las obras de la carne”, sino que por el espíritu, hagas afligir
las obras de la carne. ¿Como así? Resulta que usted era muy chismoso, y
anda diciendo cosas de los demás. Estas en una posición en que naces
de nuevo y tienes esa obra de la carne que tú sabes que lo haces y
llega el día que estas con los amigos, oraste en la mañana y a la
primera empiezas a hablar y se te sale. A los cinco minutos se siente un
redargüir que dice Te equivocaste.
Cuando uno quiere ser santo, esa
cosa se siente bien feo. Y cuando vas al dormitorio en la noche le
dices Perdóname, no lo quería hacer. Dos semanas después, te juntas con
los amigos y están hablando y tratas de aguantarte, pero de repente
dices si. Pero vas y pides perdón, y la carne empieza a menguar. Tres
semanas después, ya te molesta esas conversaciones, y te alejas de esos
amigos. La obra de la carne chisme se murió, pero esta la obra de
estar condenando a todos. En la próxima conversación, estaban hablando
mal, te levantas y los invitas a tu casa. Entonces, te sientes tan
bien, y el Espíritu empieza a encontrar a alguien a quien un día le
puede hablar y darle una instrucción.
Te conviertes al Señor y eras de
aquellos que solo viendo mujeres se mantenía. Ahora dices No. Vas con
tu esposa, y medio miras de reojo, hasta que pasas y dices Tengo la
mía, Señor, la que me diste. Vea la suya, pero no la que no es. Eso es
hacer morir las obras de la carne. Cuantos de ustedes basados en estos
dos ejemplos, dicen yo tenia obras de la carne como usted las describe y
hoy ya están dominadas, gracias al Espíritu.
FUENTE: PASTOR CASH LUNA
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