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martes, 28 de mayo de 2013

MENTALIDAD DE ESCLAVOS

 

Dios tiene la capacidad de obrar de una manera sobrenatural. Una de esas instancias fue cuando hizo que el faraón permitiera a Israel salir de Egipto. Es interesante que, cuando el Señor libera a su pueblo de la esclavitud, no lo lleva por el camino más directo, sino que los lleva a vagar por el desierto.
A primera vista, pareciera que estaban perdidos en un mar de arena, hasta que terminan frente al mar rojo. Entonces, el faraón decide ir detrás de ellos y hacerlos regresar como esclavos. Como era natural, al verlo aproximarse en son de guerra con todo su ejército, los israelitas tuvieron gran temor y le reclamaron a Moisés. 

¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos sacaste de allá para morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros? ¿Para qué nos sacaste de Egipto? Ya en Egipto te decíamos: “¡Déjanos en paz! ¡Preferimos servir a los egipcios!” ¡Mejor nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto! 

En otras palabras, preferían ser esclavos que tener que luchar. Esto no tenía sentido, ya que, aun si descartáramos a Dios de esta ecuación, el pueblo de Israel era considerablemente mayor al ejército que acompañaba al faraón en su expedición. Según Éxodo 14, venía rodeado de 600 carros, mientras Israel contaba con 600,000 hombres.

¡Tenían una ventaja numérica increíble, pero se daban por muertos a causa de una mentalidad de derrota y esclavitud! Fue precisamente esa mentalidad, la que impidió que esa generación alcanzara la tierra prometida, pues no estaban dispuestos a luchar por lo que Dios tenía para ellos. 

Nunca deja de sorprenderme escuchar a las personas decir que su vida era mejor antes de Cristo. Normalmente lo dicen cuando tienen alguna dificultad o sienten que Dios no obró como ellos esperaban. Eso es porque tienen una mentalidad de esclavos y prefieren vivir en su pecado del pasado, aquello que les familiar, que luchar por las expectativas de lo que el Señor les está ofreciendo. 

Cuando las cosas se tornen difíciles, no permitas que la mentalidad de esclavitud te robe de todo lo que Dios tiene para ti. La vida antes de Cristo puede aparentar comodidad por su familiaridad, pero no es la mejor. Efectivamente, no es mejor malo por conocido que bueno por conocer. 

En la vida siempre habrá luchas que enfrentar, pero vale la pena salirles al frente. Es mejor morir luchando por la libertad, que morir como esclavos. 


FUENTE: PASTOR CHRIS RICHARDS

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