Dios tiene la capacidad de obrar de una manera
sobrenatural. Una de esas instancias fue cuando hizo que el faraón
permitiera a Israel salir de Egipto. Es interesante que, cuando el
Señor libera a su pueblo de la esclavitud, no lo lleva por el camino más
directo, sino que los lleva a vagar por el desierto.
A primera vista, pareciera que
estaban perdidos en un mar de arena, hasta que terminan frente al mar
rojo. Entonces, el faraón decide ir detrás de ellos y hacerlos regresar
como esclavos. Como era natural, al verlo aproximarse en son de guerra
con todo su ejército, los israelitas tuvieron gran temor y le reclamaron
a Moisés.
¿Acaso no había sepulcros en
Egipto, que nos sacaste de allá para morir en el desierto? ¿Qué has
hecho con nosotros? ¿Para qué nos sacaste de Egipto? Ya en Egipto te
decíamos: “¡Déjanos en paz! ¡Preferimos servir a los egipcios!” ¡Mejor
nos hubiera sido servir a los egipcios que morir en el desierto!
En otras palabras, preferían
ser esclavos que tener que luchar. Esto no tenía sentido, ya que, aun
si descartáramos a Dios de esta ecuación, el pueblo de Israel era
considerablemente mayor al ejército que acompañaba al faraón en su
expedición. Según Éxodo 14, venía rodeado de 600 carros, mientras
Israel contaba con 600,000 hombres.
¡Tenían una ventaja numérica
increíble, pero se daban por muertos a causa de una mentalidad de
derrota y esclavitud! Fue precisamente esa mentalidad, la que impidió
que esa generación alcanzara la tierra prometida, pues no estaban
dispuestos a luchar por lo que Dios tenía para ellos.
Nunca deja de sorprenderme
escuchar a las personas decir que su vida era mejor antes de Cristo.
Normalmente lo dicen cuando tienen alguna dificultad o sienten que Dios
no obró como ellos esperaban. Eso es porque tienen una mentalidad de
esclavos y prefieren vivir en su pecado del pasado, aquello que les
familiar, que luchar por las expectativas de lo que el Señor les está
ofreciendo.
Cuando las cosas se tornen
difíciles, no permitas que la mentalidad de esclavitud te robe de todo
lo que Dios tiene para ti. La vida antes de Cristo puede aparentar
comodidad por su familiaridad, pero no es la mejor. Efectivamente, no
es mejor malo por conocido que bueno por conocer.
En la vida siempre habrá luchas
que enfrentar, pero vale la pena salirles al frente. Es mejor morir
luchando por la libertad, que morir como esclavos.
FUENTE: PASTOR CHRIS RICHARDS
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